BIOGRAFÍA
Oscar Azula (Ibagué, 1963). Vive y trabaja en Bogotá.
Azula estudió Artes Plásticas en La Universidad Nacional de Colombia (1980-1983) y en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda en México D.F., donde residió hasta el año 1989. Este país le abrió un nuevo mundo a una creatividad expandida que le permitió trabajar como ilustrador, además de despertar su interés en el cine, la fotografía y el teatro. Antes de iniciar la década de sus treinta años, Azula ya combinaba su visión artística con trabajos relacionados a la Dirección Audiovisual, oficio que ha desempeñado hasta la actualidad y en el cual se ha destacado por imprimir un alto sentido estético y una narrativa poética.
Siempre , ha sido una constante en su vida deambular entre los mundos creativos, comprender la claridad y el lenguaje propio de cada uno de ellos, incluso la composición espacial en su obra se permea por otras disciplinas como la matemática y la física, al ser estudios que acompañaron en paralelo la práctica artística durante su juventud.
En esta motivación de comprender la interdisciplinariedad de la expresión artística, Azula ha establecido diálogos estéticos profundos con una mirada plástica tanto para la música como para la literatura latinoamericana.
Así ha dirigido videos para Carlos Vives, Alex Pirex, Carolina Sabino, La 45, Darktards entre otros, y ha sido ilustrador y fotógrafo para libros como El Cachalandrán Amarillo y Mi alma se la dejó al diablo de Germán Castro Caicedo, Aquellos rojos años de Eduardo Camacho y más recientemente en el libro de poesía Perdimos el cielo, de su hermano Walter Azula, de quien ha recibido una gran influencia en su inspiración creativa incorporando en su obra emocionalidades propias de sus historias compartidas.
Desde una visión del mundo de la plástica, Azula ha generando un diálogo con temas como la memoria y la condición humana lo cual ha llevado a destacarse por transmitir mensajes contundentes en sus realizaciones audiovisuales, por lo cual ha sido galardonado con reconocimientos en ambos campos. Se destacan la nominación al mejor director de video musical en los Grammy Latino (2002) y en en los Premios Lo Nuestro de Univisión (2000, 2001, 2003), así como también en su época de estudiante en artes, la mención de honor en el “Salón Francisco A. Cano” de la Universidad Nacional (1982-1983).
Azula dibuja elementos de la figura humana y de paisajes enmarcados en un entorno que aunque en ocasiones fragmentado, generan una gran carga poética proponiendo un imaginario a ser completado por el espectador. Ha sido invitado a participar en eventos de ciudad como la Noche en Blanco en Bogotá (2013, 2015) y la prestigiosa trienal de arte latinoamericano de en Nueva York (2022).

